¡¡¡Muy buenos días a todos!!!

Vamos a hablar de un problema cada vez más común, el acné adulto, y es que por desgracia los ritmos de vida que llevamos cada vez son menos saludables, el stress, la alimentación, las malas dietas, trastornos hormonales…. son los causantes principales de dicho desequilibrio.

No es lo mismo un acné juvenil que un acné adulto, el acné juvenil suele salir en temporadas de adolescencia, en ese tránsito de cambio hormonal, suele presentarse un exceso de sebo y de sudoración de ahí los granos enquistados, pero el acné adulto es otra historia, suele instalarse y puede permanecer ahí durante años, normalmente va ligado al sistema nervioso y a suciedad de la sangre debido a la mala alimentación, exceso de grasas saturadas, azucares, etc.  Este tipo de alimentación «ensucia nuestro organismo» y tenemos que recurrir a las «famosas» dietas «detox».

Pero no sólo es la alimentación lo que influye, lo más importante es el ritmo de vida y las situaciones de stress que sufrimos, esto desde luego para gente que suele padecer este tipo de trastorno suele ser agravatorio.

Cuando sufrimos este tipo de alternaciones en la piel, lo primero que hacemos es recurrir a productos astringentes típicos del acné juvenil, lociones oil free, jabones sebo reguladores, mascarillas de arcilla… pero no nos damos cuenta que no es un acné común, no va asociado a un exceso de sebo ni a una piel grasa, por tanto es un error utilizar este tipo de productos ya que nos estamos deshidratando la piel y seguramente nos salgan muchos mas granitos ya que es una manifestación muy común en piel deshidratada, esto es una alerta que manifiesta la piel cuando algo no va bien.

¿Qué podemos hacer?

Es fácil decir que lo primero que hay que hacer es relajarse y tomarse la vida con más calma, pero es difícil conseguirlo sobre todo cuando los trabajos, preocupaciones, exámenes, etc. no ayudan a conseguir esa relajación.

Soluciones más practicas:

-Llevar una dieta equilibrada: menos azucares, menos café, intentemos comer bien y variado, no hace falta comer verde todo el día, el cuerpo es una depuradora perfecta con que le prestemos un poco de atención irá realizando su trabajo.

-Bebe mucha agua: recordar que el agua es la mejor forma de mantenernos hidratados por dentro.

-No utilizar productos astringentes: intentemos evitar este tipo de productos ya que estos dañan nuestra protección natural de la piel. Si tememos que nos puedan aportar grasa porque tenemos la piel con esa tendencia, podéis buscar productos para pieles  normales a mixtas, o texturas ligeras que no aporten grasa pero lo mas importantes es que no sean demasiados astringentes.

-Evitar exfoliantes: recordar que una piel acneica, bien sea acné juvenil o adulto no se puede exfoliar con exfoliantes mecánicos (granulados) ya que expandimos la infección y podemos romper las cabezas (pústulas) y generar lesiones. Busquemos exfoliantes enzimáticos (por ejm: papaya) funcionan sin fricción y son muy efectivos o químicos a base de AHA, pero cuidado con éstos últimos, son fotosensibles y requieren aplicar después una protección solar.

-Tomar el sol: el sol es vitamina D, es sano para los huesos, personas con problemas de artrosis y reuma, pero ayuda a secar esos granitos y favorece que desaparezcan.

Espero que os haya servido de mucho este post, sobre todo a esas personas que lo padecéis. Cualquier duda que tengáis consultarme.

Nos vemos en el próximo post 🙂

 

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